Al sur de la ciudad de Antiguo Cuscatlán y con una extensión de 30 manzanas, se encuentra el Jardín Botánico La Laguna. De esa extensión, 19.32 manzanas constituyen un bosque primario bajo condiciones de estricta reserva; 4.6 manzanas son de uso público, distribuidas en 32 zonas que albergan a más de 3.500 especies de plantas de todas partes del mundo y de nuestro país, una área de interpretación, cafetería y juegos infantiles; y 19 manzanas que forman el bosque La Laguna, el cual se está reforestando permanentemente, convirtiéndose en uno de los pocos y más importantes hospedajes para las aves.
Este jardín no es la obra de un año ni de cincuenta, sino de muchos más. Los primeros inmigrantes alemanes que llegaron aquí a lomo de caballo establecieron la industria lechera, el ganado y el café. Aquí se asentaron en las montañas que bordean el ahora Plan de La Laguna y se reprodujeron. La familia Deininger, grandes amantes de la naturaleza, comenzaron a traer árboles y plantas de todo el mundo para el jardín de su casa, el cual creció enormemente.
Con el paso del tiempo, ante los cambios de residencia de todos ellos y la inevitable urbanización del lugar, que proyectaba construir un enorme estacionamiento en el área del jardín, la familia Deininger respaldó la idea de proteger y conservar esta área boscosa que ahora conocemos como el Jardín Botánico La Laguna.
Fue abierto al público el 22 de Diciembre de 1978 y desde entonces anualmente recibe un promedio de 24 mil estudiantes.
El Jardín posee un herbario, un banco de datos computarizados y una biblioteca especializada en taxonomía vegetal. Mantiene constantes intercambios con otros herbarios extranjeros y diferentes especialistas que colaboran en la determinación de las muestras colectadas en El Salvador. Además, la sección técnica-científica realiza el estudio continuo de las colecciones del Jardín Botánico y de la flora salvadoreña.